SI ASESINO AL ASESINO
°
Si asesino
al asesino que asesinó mi silbo,
dejaré de silbar para matarlo.
°
Aun más,
si logro concretarlo,
habrá un nuevo asesino
que intentará extirpar
mi silbo resucitado.
Y si consigo todavía
matar a este asesino,
habrán otros y otros,
porfiados en el gesto
de mutilar mi rito.
°
Por eso es que no acepto
el fusil que me ofreces.
°
Yo prefiero ir silbando
sin armas por la vida.
Poema: Luciano Ortega
Ilustración: Pablo Picasso