De sueño a sueño,
por pasillos de ensueños
y ciertas pesadillas.
Naúfrago y a tientas,
dando palos de ciego,
con la boca reseca,
presintiendo el abismos,
vislumbrando el ocaso,
sin lograr despertarme,
con huesos todavía
-apenitas rosado
por la piel y el aliento-
manoteando horizontes inasibles,
persiguiendo esos ecos
que hay tras de las murallas.
(c) Luciano Ortega
Diciembre de 2017
Anuncios